El número de
mexicanos mayores de 15 años que no concluyen la educación secundaria creció
casi 3.5 veces en 40 años, al pasar de 4.8 …
Héctor Rojas
Miércoles, 20 abril, 2011
El principal motivo es la
deserción
Un balance sobre los indicadores de este rezago de
1970 a 2010, elaborado por el INEA, muestra que si bien en el país hay 31.6
millones de mexicanos que no saben leer o escribir o no concluyeron la primaria
ni secundaria, no significa que la alfabetización vaya en retroceso, sino que
cada año se suman más adolescentes que abandonan la secundaria.
Ejemplo de esto fueron los 600 mil jóvenes que
abandonaron la secundaria en el ciclo escolar 2008-2009, y el mismo número en
2009-2010.
Y si tienen más de 15 años de edad, el INEA tiene
la obligación de atenderlos.
De 1970 a 2010, de acuerdo con las cifras de este
instituto, 11.6 millones de mexicanos se sumaron a las filas de quienes no
concluyeron la secundaria.
Lo anterior significa que, en promedio por cada
década, cerca de tres millones no lograron concluir los últimos tres años de la
educación básica, la cual es obligatoria desde el sexenio de Ernesto Zedillo
Ponce de León.
Los motivos son variados, pero la deserción escolar
en secundaria es el primer factor que ha generado el aumento de personas en
rezago educativo, que el INEA está obligado a erradicar, de acuerdo con su
misión.
Chiapas, Guerrero y Oaxaca, en
estado crítico
Aunque el número de analfabetas en el país va
disminuyendo, aumentan los que abandonan la secundaria. Tan sólo un comparativo
entre los años 2000 y 2010 registra que en esta última década 500 mil personas
aprendieron a leer y escribir, al pasar de 5.4 millones en 2000 a 5.9 millones
en el último año de la década pasada.
Quienes tenían la educación primaria pasaron de 9.8
millones en 2000 a 11.7 millones en 2010; pero los que no concluyeron la
secundaria aumentaron, al subir de 14.8 millones en 2000 a 16.4 millones de
mexicanos mayores de 15 años el año pasado.
De hecho, el Instituto Nacional para la Educación
de los Adultos ha insistido en que la alfabetización es un proceso muy lento,
porque depende del interés de quienes acuden a los cursos.
Lo anterior explica que las 300 mil personas que
aprendieron a leer y escribir en 2010 apenas representan 5.6 por ciento de los
5.3 millones de personas analfabetas.
Los estados con un rezago más crítico son Chiapas,
Oaxaca, Guerrero y Michoacán, donde se concentra la mayor proporción de
mexicanos que no terminaron la educación básica.
De acuerdo con los datos del Censo General de
Población y Vivienda 2010, en diez estados se erradicó el analfabetismo; es
decir, que su tasa de personas que no saben leer ni escribir es menor a 3.9 por
ciento.
La lista la encabeza el Distrito Federal, con 2.1
por ciento, y le siguen Nuevo León (2.2 por ciento), Coahuila (2.6 por ciento),
Baja California (2.6 por ciento) y Sonora (3 por ciento).
En la parte baja, Chiapas tiene el último lugar,
pues 17 de cada 100 mayores de 15 años no sabe leer ni escribir; luego está
Guerrero, con 16.7 por ciento, y Oaxaca, con 16.3 por ciento.
Buscan mejorar en el empleo
Seis de cada diez personas que atiende el Instituto
Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) tienen entre 15 y 40 años de
edad, quienes en su mayoría acuden para terminar la secundaria.
Las estadísticas del instituto señalan que 60 por
ciento de la población se concentra en este rango de edad, pues la mayoría
busca concluir la última parte de la educación básica, ya sea para obtener
empleo o para poder estudiar el bachillerato.
Sin importar el motivo, el INEA detalla que
mediante la coordinación con autoridades educativas de los estados se busca que
estas personas le den continuidad a sus estudios.
El objetivo primordial es que concluyan la
educación básica y tengan la facilidad de ingresar a la educación media
superior, si así se lo propusieran.
Asimismo, uno de los retos que se ha impuesto el
instituto es evitar los índices de deserción, aunque cada año entre 600 y 800
mil jóvenes abandonan la secundaria, según estimaciones de la SEP federal.
Ante esta deserción, el INEA tiene la
responsabilidad de canalizar a los jóvenes que ya cumplieron 15 años de edad,
para que terminen la educación básica, la cual, sin embargo, es insuficiente
para obtener un mejor ingreso salarial.
El año pasado esta instancia gubernamental se fijó
la meta de que 690 mil personas concluyeran algún nivel educativo, aunque este
logro es menor al número de desertores de secundaria por año.
Para este 2011, el INEA prevé atender a dos
millones 700 mil personas que no han terminado la educación básica, cifra que
pretende rebasar los dos millones 400 mil que recibió en 2010, aunque cabe
aclarar que de este total atendido no todos lograron obtener certificado,
porque dejan de acudir a los cursos.
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